Venir a México y no visitar sus cantinas es una especie de sacrilegio.
En la ciudad de México cantinas hay muchas pero de las auténticas cada vez menos. La modernización también ha llegado a estos locales y muchos de ellos han perdido su esencia original. Ahora pretenden que las modernas cantinas sean lugares limpios y agradables para ser disfrutados en familia.
Al hablar de cantinas también es necesario hacerlo del alcoholismo, una de las enfermedades más extendidas en este país. También es necesario decir que el mexicano y el alcohol son a menudo una mezcla explosiva y sumamente peligrosa.
Pero, aun teniendo en cuenta esa realidad, disfrutemos con el relato de David Lida, un extranjero asiduo de las cantinas de la ciudad de México.
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Las cantinas: visión desenfocada de unos ojos extranjeros ebrios.
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